La analítica web no es solo un montón de números; es un proceso estructurado para obtener información valiosa de tu sitio.

En lenguaje sencillo, la analítica web es:

Recopilar, entender y usar los datos de cómo los visitantes interactúan con tu sitio web, para que podamos mejorarlo y alcanzar tus objetivos.

¿Para qué sirve esto?

• Conocer a tus visitantes: Saber quiénes son (edad, ubicación, intereses), cómo llegaron a tu sitio (Google, redes sociales, un enlace en otro sitio) y qué dispositivos usan (celular, tablet, computador).
• Entender su comportamiento: Ver qué páginas visitan, en qué orden, cuánto tiempo pasan en cada una, en qué botones hacen clic y dónde se “pierden” o se van de tu sitio.
• Medir el éxito de tu web: ¿La gente está comprando tus productos? ¿Están rellenando un formulario? ¿Están leyendo tus artículos? La analítica web te dice si la gente está haciendo lo que tú quieres que haga en tu página.
• Tomar decisiones inteligentes: Con toda esta información, puedes dejar de adivinar. Sabrás qué funciona y qué no. Por ejemplo:
  • Si una página tiene muchas visitas pero la gente se va rápido, quizás el contenido no es interesante o es difícil de leer.
  • Si un anuncio en redes sociales trae mucha gente pero pocos compran, tal vez el anuncio atrae a gente que no es tu cliente ideal.
  • Si un botón de “comprar” no se ve bien, la gente no lo encontrará.
• Mejorar y optimizar: Al entender todo lo anterior, podemos hacer cambios en tu sitio web para que sea más fácil de usar, más atractivo y para que la gente logre sus objetivos (y los tuyos) de manera más eficiente. Esto se traduce en más ventas, más suscripciones, más lectores, lo que sea que busques.

En resumen, la analítica web te da los “ojos” para ver lo que pasa en tu sitio web y el “cerebro” para entenderlo y usarlo para hacerlo crecer.